El peso de la fiscalidad en España baja en 2016 y se aleja de la de la OCDE

El peso relativo de la fiscalidad en España, que había estado creciendo desde que había tocado fondo en 2009 al comienzo de la crisis, disminuyó el pasado año, lo que a su vez marcó un alejamiento por debajo de la media de la OCDE, que por su parte continuó su senda ascendente en 2016, a un nivel récord.

París, 23 nov (EFE).- El peso relativo de la fiscalidad en España, que había estado creciendo desde que había tocado fondo en 2009 al comienzo de la crisis, disminuyó el pasado año, lo que a su vez marcó un alejamiento por debajo de la media de la OCDE, que por su parte continuó su senda ascendente en 2016, a un nivel récord.

Esta es una de las principales conclusiones del informe anual sobre recaudación fiscal publicado hoy por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), según la cual España pasó del puesto 18 en 2015 al 20 en 2016 (de un total de 35 países) por lo que se refiere a la fiscalidad en términos de producto interior bruto (PIB).

En concreto, los impuestos representaron el pasado año un 33,5 % del PIB en España, frente al 34,3 % de media en la organización, cuando el ejercicio precedente habían supuesto un 33,8 % (comparado con un 34 %).

España se había situado por encima de la media de la OCDE entre 2004 y 2007, cuando llegó a un pico del 36,4 % (frente al 33,7 %), pero con el estallido de la crisis la situación se invirtió y los impuestos se quedaron en un 29,7 % en 2009 (respecto al 32,3 %).

En 2016, España estaba a un nivel muy similar al del Reino Unido (33,2 %) o Polonia (33,6 %), netamente inferior al de las tres grandes potencias de la eurozona: Francia (en segunda posición, con el 45,3 %), Italia (con el 42,9 %) y Alemania (con el 37,6 %).

Estados Unidos (26 %) estaba entre los países con una fiscalidad más ligera, solo por delante de Turquía 25,5 %), Irlanda (23 %), Chile (20,4 %) y México (17,2 %).

España (con un 42,5 % en 2015, el último dato comparable) aparece como el quinto país en el que el gobierno central tiene un menor peso en los impuestos entre los miembros de la OCDE, tras Alemania (30,6 %), Francia (33,3 %), Suiza (35,8 %), Japón (36,7 %) y Canadá (40,9 %).

Los autores del estudio lo califican, a ese respecto, como un país con estructura "regional", el único de esa categoría, que se distingue de los "federales" (Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Alemania, México, Suiza y Estados Unidos) y los "unitarios" (el resto).

Las comunidades autónomas españolas suponen un 14 % de la recaudación fiscal, porcentaje inferior al 17 % que representan de media las regiones o los Estados que componen los ocho países "federales" de la OCDE (hasta un 39,5 % en Canadá, el 24,5 % en Suiza, el 23 % en Alemania o el 19,4 % en Estados Unidos).

Los municipios significan un 9,9 % en España (en 1975 solo un 4 %), cuando pesan un 7,5 % en los países "federales" y un 11,8 % en los "unitarios".

En paralelo a esos tres niveles administrativos, otra peculiaridad de España es que la Seguridad Social capta el 33,1 % de los impuestos, comparado con un 21,1 % de media en los países "federales" y un 24,4 % en los "unitarios".